Con miedo cojo el lápiz y me enfrento cara a cara con el folio,
temo ponerme a escribir porque temo saber la verdad, temo saber lo que me pasa,
comprender mis actos y aún mas mis actos reprimidos. Comienzo a escribir y mis
ideas en la cabeza comienzan a ordenarse, comienzo a pensar en esas cosas que
las pienso pero no me paro a analizarlas para no darme cuenta que realmente es
lo que opino, lo que pienso y lo que siento,
mi estructura mental, mi orden en mi cabeza, mis pensamientos se
confunden, poco a poco me voy dando cuenta que todo aquello en lo que creía,
todo aquello que pensaba pensar cambia y me doy cuenta que es un simple reflejo
de mis actos reprimidos, de todo aquello que callo por miedo, por impotencia o
más bien por orgullo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario