Seguidores

miércoles, 8 de mayo de 2013

!






Tan sencillo como levantarte una mañana, tirarte un pedo, llenar tu taza de cereales, con los pies aún arrastrando por el suelo, y tener que dar por cierta obligación un beso de recién levantados, que supongo que se sobreentiende que esos besos no son como los pintan en las películas donde todo es precioso, ese beso conlleva los restos de sexo de la noche anterior, un aliento de recién levantado que puede llegar a hacer potar al ser más salvaje de todos y una saliva más seca que húmeda e incluso en algunos casos hasta la baba seca de pasar la noche babeando.Comienzas a vestirte y te das cuenta que el jarrón que esta en aquella mesita lo detestas y lo pusiste tan solo por complacer a la otra persona, te das cuenta que dejó la pasta de dientes del revés, cosa que tú odias y te percatas que tu vida no es como la imaginaste al tomar la decisión de compartirla con otra persona, que dejaste de ser tu para compartir tu vida con un ser que apareció en un momento de tu vida y por el echo de tener una etiqueta se supone que debes renunciar a tu vida egoísta en la que solo existe tú, para formar un "hogar" donde tu voz ya no será la única que se escuche.Pero bueno, supongo que debo entender que es el precio que se ha de pagar para no morir solo, para no ver como te vas convirtiendo en una arruga más grande que hace que poco a poco recuerdes el cuerpo con el que en algún tiempo follabas y hacía sentirte bien contigo misma. Si, es entendible el imaginar que hay alguien que te quiere y que por muy tetraplégica que te vuelvas siempre va a estar ahí, pero cabe recordar que que este ahí no significa que sienta por ti aquello que imaginas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario