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sábado, 9 de febrero de 2013

Follemos al son del Jazz


Pego mi última calada al cigarro, tú me miras desde la otra punta de la habitación, sentada en la cama en una esquina arrinconada, con falta de ropa y un cuerpo destemplado, con pupilas dilatadas por unas cositas que anteriormente nos hemos fumado, me miras pidiéndome una única cosa y es algo que quiero darte.
Me acerco no muy deprisa, me gusta hacerme de rogar, te beso y consigo quitarte la poca ropa que llevas. Quiero llevar yo las riendas de este encuentro así que te ato a la cama y te vendo los ojos, aun no he empezado a tocarte, pero si empiezo a besarte, beso tus labios, tu cuello, muerdo tu hombro y beso tu vientre, bajo, bajo mas, y beso poquito a poco tu ingle, me hago de rogar pero termino comiéndote el corazón, un corazón que se va haciendo más grande y que te hace respirar más fuerte de lo normal, te destapo los ojos y sigo comiéndote el corazón, mientras te miro a los ojos, miro esas caras que pones mientras te estremeces y me suplicas que te suelte ya.
Consigues escaparte de los nudos que te atan a la cama, me subes hasta tu boca y me besas de una manera que me enciende, lamo tu lengua y te doy un poquito de tu interior. Me tocas te toco, respiras, respiras más fuerte, mucho más fuerte y terminas con un pequeño, disimulado y humilde gemido.
Y todo esto, mientras follamos al son del Jazz.

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